Hoy Viajar Sin Sorpresas comprenderéis la relevancia de la pregunta que planteé en el artículo de «Fuga de cerebros» y que da título a esta entrada.
Existen varios factores que debemos tener en cuenta antes de decidir el objetivo concreto de nuestro viaje. Muchas personas, me incluyo entre ellas, queremos combinar la posibilidad de trabajar en el extranjero con la oportunidad de aprender correctamente el idioma del país de destino. Sin duda, es una buena opción para aprovechar el tiempo, pero habrá que ver si la situación lo permite.
Lo más sencillo es conseguir una beca o ahorrar para realizar un curso intensivo en el extranjero. Sin embargo, muchas veces no es posible o nos interesa permanecer varios meses en ese país.
En este caso, como me sucedió a mí, lo primero que se viene a la cabeza es trabajar en esa ciudad. De ese modo, uno puede pagar los gastos que genera y, al mismo tiempo, inscribirse en una academia. Sin embargo, la realidad no siempre es tan perfecta y sencilla como la muestran programas como «Españoles por el mundo».
Aquellos que hayáis emprendido una aventura en el extranjero en alguna ocasión ¿sabéis a lo que me refiero?. Por supuesto, que la suerte existe, pero no todos disfrutamos de ella.
Yo he vivido las tres situaciones en mi piel: estudiar, trabajar y ambas al mismo tiempo. Todas ellas son experiencias inolvidables, pero bien diferentes y la que, sin duda, me resultó más dura fue la última.
¿Cuáles son los destinos más solicitados?
Irlanda, Alemania, Francia e Inglaterra unos lugares bastante demandados entres los españoles. En esta ocasión me centro en Londres que, además, es la ciudad-destino de moda. Hace un año me presenté en esta metrópolis con dos maletas y mi Curriculum Vitae en mano. Buscar un empleo e inscribirme en una academia para perfeccionar mi inglés eran mis únicos objetivos, pero conforme pasaban las semanas mis planes se modificaban.
Alguno de vosotros quizás piense: no puede ser tan difícil encontrar un trabajo no cualificado fuera de España. Eso mismo me pasó por la cabeza antes de partir, pero a día de hoy respondería que depende de diversos factores.
Por ello, es interesante que reflexionéis sobre: vuestro nivel de idioma, qué tipo de trabajo estáis dispuestos a aceptar, si conocéis a alguien que pueda ofreceros un puesto y qué es prioritario en ese momento.
En mi caso, en Londres, empecé trabajando dos horas diarias en una empresa de limpieza, lo que me permitía continuar la búsqueda de empleo y asistir a clases de inglés. Sin embargo, el tiempo que estuve trabajando en esa compañía tuve que utilizar gran parte de mis ahorros para pagar los gastos del día a día. ¿Habéis estado alguna vez en Londres? Entonces estaréis al tanto de los elevados precios de esta ciudad.
Un mes más tarde cambié mi actividad y me convertí en dependienta de una tienda de ropa de mujer. De nuevo, se modificaron mis objetivos. El trabajo pasó a un primer plano y el inglés se quedó relegado a un segundo plano. Finalmente, la incompatibilidad de horarios impidió que continuara con mis clases y tuve que abandonarlas.
Con esta experiencia personal sólo pretendo que no toméis en vano todas las recomendaciones que comparto con vosotros. ¿Os parecen útiles mis consejos para viajar?
Poco a poco en Viajar Sin Sorpresas iré desvelando algunas anécdotas que me han ilustrado en este «arte de viajar». De momento, subrayo la idea de que no viajéis a la aventura y si podéis partir con un trabajo en el bolsillo desde España ¡Mucho mejor!
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